martes, 6 de septiembre de 2011

Su café Magdalena...


I
El aroma a granos de café molidos son de las cosas que mas disfruto en la vida, sostener la taza caliente y acercármela al rostro para sentir su esencia y su calor hace que mis mejillas se pongan rojas y mis ojos se vean aun más oscuros, me da intriga saber que gusto tendrá, ya que por lo general no todos saben igual, varían en su preparación, hasta en el mismo grano, su origen, si esta molido o no, si fue preparado a la italiana, turca, etc.

    Como de costumbre llueve, claro si estoy tomando un café o acabo de pedirlo sentada en una mesa junto a una ventana de un  Coffe Bar es porque está lloviendo, creo que no hay nada mejor que acompañar un día así con una taza oscura .Ahí viene mi café , desde acá puedo sentirlo. Siempre me gusto como lo preparaban en este lugar, lamentablemente no llegue aquí sola, la primera vez que entré me llamo la atención el aroma, de la madera sobre todo, impregnada de café  y chocolate  pero ya no, ya no está ni el aroma , ni la madera ni la persona que me acompañaba. Pero este lugar junto a la ventana  no ha cambiado, el olor a lluvia lo puedo sentir hasta mezclándose con el olor que desprende mi taza de porcelana .No será el mismo paisaje de antes pero la lluvia nunca cambio, estaba cansada ya de que cambiara todo, aunque es algo inevitable me agrada ver cosas que  por más mínimas que sean, aun sigan iguales, como mi café y la lluvia lo demás lo mantengo intacto en mi cabeza como el mantel que estaba puesto esa tarde, era blanco  con flores bordadas de hilo azul en las orillas, como olvidarlo si mis dedos las tocaban de lo nerviosa que estaba y si por algún u otro comentario halagador  tenía que bajar la vista y claro no me quedaba otra que mirar la mesa , las flores azules y mi café .
II
    Como olvidar esa tarde su sabor estaba excelente, y llovía y como llovía gracias a eso nos tuvimos que meter al primer lugar que vimos, éste lugar, digo “ nos” tuvimos que meter porque ese día yo salía del trabajo y no había llevado paraguas, al salir llovía a cantaros , un hombre me tomo de la mano y me dijo -nos vamos a mojar enteros, entremos señorita y la invito a tomar algo-, son esos momentos que pasan rapidísimos y uno no se da cuenta de la situación ,no piensa, me estaba mojando y bueno , no me quedo otra que decir que- si -.Entramos y ahí me dije mentalmente no puedo creer que vaya a tomar un café con un desconocido, quien me iba a decir que iba a ser el mejor café, y que las mejores cosas de la vida pasan así , rápido , sin pensarlas  y con un cargo de conciencia terrible después . Bueno él escogió la mesa y creo que fue una buena elección, junto a una ventana con marcos de madera .Una vez que nos sentamos dijo,- como detesto la lluvia y parece que ella también me detesta a mí, me cruza con una mujer hermosa  y ahora no se que decirle-, ahí creo que observe el hilo azul de las flores por primera vez mientras me reía. -¿Qué quieres tomar? Yo te recomendaría la taza de café italiano, aquí la preparan exquisita – me dijo ,Yo  lo mire y dije –Con que ya has venido aquí- (riéndome)-Emm si claro , por supuesto vengo todos los días mañana tarde y noche-Respondió, a lo que yo pensaba o me estará tomando el pelo o es fanático y de este lugar . Parece que espero a que yo sacara mis conclusiones al fin de quedarme callada con la mirada perdida para concluir con –Lo que pasa es que soy el dueño del lugar, disculpe si la ofendí- Ahí relaje todos mis músculos faciales, y me reí porque cada vez que me pongo nerviosa tengo la maldita costumbre de reírme y todavía no estaba el calor del café para enrojecer mis mejillas. Y todo esto pensaba en mil segundos mientras él me miraba con sus ojos marones oscuros y riéndose! –Te ves linda y graciosa así mojada- me dijo , ahí pude observar que el mantel me tapaba las rodillas y que estaba quemado en la punta izquierda con un cigarro, segunda costumbre de morderme la parte derecha del labio inferior  al ponerme nerviosa, ¡dios! Es que este hombre no paraba de hacerme sentir así. ¡Por fin! El café!  Lo sirvieron en la mesa y antes de tomar el primer sorbo me dijo- que lo disfrute y nunca se olvide de su sabor- creo que hizo magia en ese momento por que jamás lo pude olvidar  y  por si alguna vez mi memoria no se acuerda o mis papilas gustativas ya no funcionan porque claro, con la edad varias cosas van a dejar de funcionar, regreso de nuevo a tomar uno cuando llueva, y que con lluvia es mejor.
III
   Y esa tarde paso como un pájaro que pasa sobre nosotros volando, no lo voy a negar tuve que repetir mi taza, al tercero ya tenia aroma a despedida, realmente era exquisito como los ojos de ese hombre, y es porque tenían el mismo color, unas pestaña que no sé si acaban y esa sonrisa que hacia derramar  mi café .Mis labios se quedaron grabados en esa taza por mi labial rosa oscuro y  en su mejilla también. Hoy en día no recuerdo su nombre solo su mirada fija en cada gota de agua q corría por mi pelo  hasta caer en mis hombros y desviarse por distintos surcos de mi piel hasta evaporarse, ni yo creo que él se acuerde de mi nombre , nunca más lo vi y el dueño del lugar cambio a la siguiente semana que pase a preguntar por él. No me dio tiempo a enamorarme, pero el café, el café de este lugar me enamoro al primer sorbo, el lugar cambio, cambio de dueño, pero no el café, no su aroma, no su gusto.

Su café Magdalena…que lo disfrute.
                                                                                   G.D

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