Pero sólo te hago un pedido: no subestimes mi amor, no creas que no hay sangre en estas lágrimas, ni que no esconden un dejo amargo tantas sonrisas. Por favor, sólo necesito que entiendas que no entiendo, pero que si decido por los dos es porque quizás pueda detener tanta sangre, tantas lágrimas, y tantas sonrisas quiméricas.
No subestimes mi amor, porque si alguna vez creíste, incluso, sobreestimarlo, te aseguro corazón que ni siquiera así llegarías a comprender su magnitud.
No subestimes mi amor, porque si alguna vez creíste, incluso, sobreestimarlo, te aseguro corazón que ni siquiera así llegarías a comprender su magnitud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario