lunes, 9 de mayo de 2011

Sólo recordamos lo que nunca sucedió





Alguien me dijo una vez que sólo recordamos lo que nunca sucedió. Pasaría una eternidad antes de que comprendiese aquellas palabras. (...) No sabía entonces que el océano del tiempo tarde o temprano nos devuelve los recuerdos que enterramos en él.

Quince años después (...) me senté en aquel banco de la plaza  Distinguí a lo lejos la silueta de mi antiguo colegio, pero no me atreví a acercarme a él. Algo me decía que, si lo hacía, mi juventud se evaporaría para siempre. El tiempo no nos hace más sabios, sólo más cobardes.


Durante años he huido sin saber de qué. Creí que, si corría más que el horizonte, las sombras del pasado se apartarían de mi camino. Creí que, si ponía suficiente distancia, las voces de mi mente se acallarían para siempre.

En sus últimos días prometí que, si ella no podía hacerlo, yo acabaría esta historia: Sus palabras serán las mías. No sé si sabré hacer justicia a mi promesa.
A veces dudo de mi memoria y me pregunto si únicamente seré capaz de recordar lo que nunca sucedió. Amiga te llevaste todas las respuestas contigo.

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